Sweet Halloween

Tradiciones de Halloween en Inglaterra y Estados Unidos.
Los dulces son una parte importante de la celebración de Halloween.
AUTOR: ALICIA MARTÍN
EDITOR: IULIA MANIRESCU

En España el 1 de Noviembre se celebra el día de Todos los Santos, una jornada en la que se recuerda a los difuntos de una manera íntima y alejada de las grandes celebraciones que sí se dan en otros lugares. En países anglosajones como Reino Unido, Irlanda, Canadá o Estados Unidos se celebra Halloween el 31 de octubre. Esta festividad ha llegado hasta otros países a través de los influjos de la cultura, que cada vez es más global.

Halloween tiene su origen en el festival celta conocido como Shamain. El festival celebraba el fin de la temporada de cosechas y, según las tradiciones, era este día cuando la brecha entre el mundo de los vivos y los muertos se estrechaba.

La RAE no recoge el término Halloween pero el Cambridge Dictionary lo traduce al español como “víspera de Todos los Santos”. También añade una pequeña descripción: “la noche del 31 de octubre en la que los niños se visten con ropas especiales, visitan las casas pidiendo caramelos y la gente trata de asustarse mutuamente”. Básicamente este es el espíritu de la fiesta en Inglaterra según Marcus Rutter, procedente de Bedford: “nosotros celebramos Halloween con grandes fiestas y con disfraces. La gente decora las casas y todo el mundo va por la tarde por las calles llamando a las puertas y haciendo el típico truco o trato”.

Se trata de una celebración en la que los niños cobran especial protagonismo, pues son los que se dedican a pedir caramelos de casa en casa. Los jóvenes acuden a alguna fiesta y los mayores se quedan en sus casas esperando a que los más pequeños timbren a su puerta a grito de trick or treat”. Además, la noche de Halloween es un buen momento para gastar alguna broma. “Recuerdo que un Halloween fui con un amigo a timbrar a una casa y, de repente, el dueño -que estaba escondido en el jardín- nos asustó, pisé la capa del disfraz de mi amigo y los dos caímos al suelo”, rememora Marcus.

Halloween fue importado a Estados Unidos en el siglo XIX por los inmigrantes irlandeses, pero no se hizo tan popular hasta bien entrado el siglo XX. En EE.UU. Halloween se celebra de manera muy similar a Reino Unido. Para Castelli Hernández, una estudiante de San Diego (California), la celebración se ha comercializado mucho: “ahora  la compra y la venta de los disfraces y los dulces se convierte en un gran negocio”, comenta.  Además, en esta época es temporada de calabazas y el comercio lo aprovecha: “incluso Starbucks hace su bebida temporal, el Pumpinkg Spice. Entonces sí, yo diría que la calabaza está en todo, hasta en productos como cremas, velas o lo que sea”, afirma Castelli. En esta temporada los dulces cobran protagonismo y todo se adapta a la temática de Halloween: “se hacen pasteles o dulces con diseños de calaveras, criaturas o calabazas”, añade.

Halloween es una fiesta muy esperada, pero no todo el mundo participa. De hecho, según cuenta Castelli, en los Estados más conservadores es una fiesta que está mal vista por parte de la Iglesia y, por tanto, la participación es menor. ¿Cómo saber entonces dónde ir a pedir caramelos? “Las casas que no tienen dulces o que no participan apagan las luces o ponen un letrero”, responde Castelli.

Pero no solo los niños disfrutan de este día, “en Hollywood las celebridades hacen fiestas enormes,”, cuenta la estadounidense. Lejos de los focos de Hollywood la gente celebra Halloween de manera más modesta y los niños sin muchos recursos se integran en la fiesta. Los disfraces son muy caros, esto ha hecho aumentar la popularidad de los tutoriales DIY (Do It Yourself, hazlo tú mismo) que proliferan en las redes. “En Youtube hay videos de gente que enseña cómo hacer tus propios disfraces, disfraces simples que no cuesten mucho dinero”, asegura.

Castelli recuerda con cariño su primer Halloween a pesar de que no llegó a salir a la calle. “A mis papás les daba miedo llevarme a celebrar Halloween, entonces me hicieron ir de puerta en puerta dentro de la casa y ellos me recibían y me daban dulces porque pensaban que era muy chiquita para ir sola”, recuerda. El miedo de sus padres no era injustificado pues, al fin y al cabo, en Halloween los niños reciben caramelos de desconocidos. “Es más típico ir a vecindades en las que casi todas las casas están decoradas porque así sabes que están participando”, comenta, “además hay mucha gente por las calles, por lo tanto, el nivel de seguridad es mayor”, añade.

“Hace unos años hubo casos en los que la gente ponía clavos en los dulces, por eso es recomendable comer caramelos que están bien cerrados”, explica Castelli. Por eso, los padres acostumbran a acompañar a los más pequeños en este día y sobre las 8 o las 9 de la noche se retiran.

Los niños un poco más mayores viven este día como una competición para ver quién recauda más caramelos. “Los niños tienen estrategias para ir a por dulces, suelen ir con amigos que viven en las vecindades ricas porque en las casas ricas regalan chocolates y dulces de tamaños grandes, no los chiquitos”, comenta risueña Castelli. Después de la recolecta los niños suelen hacer intercambio de caramelos con sus amigos.

Actualmente en España es cada vez más común celebrar Halloween. Hay mucha participación de gente joven. Estos acuden a fiestas nocturnas disfrazados de diferentes personajes. No obstante, mientras que en Estados Unidos o Inglaterra los protagonistas son los niños, Castelli advierte que en España participan menos. “Hay menos niños, muchos menos niños”, lamenta. “La principal diferencia es que aquí la mayoría de las viviendas son apartamentos, sin embargo, en California son casas por lo que puedes ver las decoraciones y saber quién participa y quién no”, reflexiona Castelli.

Halloween se celebra en muchos lugares, pero la forma de hacerlo varía ligeramente. No obstante, los dulces y los disfraces parecen ser el denominador común. En California “los niños llenan bolsas grandísimas de caramelos”, comenta Castelli. “No te los comes todos de una vez, por lo que es frecuente que te duren todo el año”, añade. Así que, provistos mayores y pequeños de dulces tras la noche de Halloween, solo queda disfrutar de ellos esperando a que llegue la cosecha del próximo 2018.

 

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